¡DIOS ESTÁ VIVO!
Nuestro querido padre Lalo nos regala unas bellas reflexiones en esta Semana Santa en tiempos de cuarentena.
Hoy nos trae con mucho cariño el Domingo de Resurrección.
El Sábado Santo tiene importancia en sí mismo. Tiene importancia porque prepara al acontecimiento mas grande del cristianismo. El acontecimiento más grande del cristianismo es la resurrección de Jesús. El día más importante de la Semana Santa, no es Domingo de Ramos como muchos creen, no es un Viernes Santo como muchos creen, es el Domingo de Resurrección. Nuestra fe tiene sentido porque Dios esta vivo, porque Dios ha vencido a la muerte y el pecado, que son los enemigos del hombre. Jesús ha vencido la muerte y el pecado y le ha dado a nuestra vida una categoría distinta, la categoría de hombres salvados y redimidos por Dios.
El Domingo de Resurrección conlleva a la fe, hay muchos cristianos que el Jueves y Viernes Santo cumplen con los ritos litúrgicos y el domingo se van a la playa, o sea, no han entendido nada. Bueno también hay gente católica que toda la semana santa se va. Los que no son católicos pueden hacer lo que les da la gana, pero si uno es católico debe decidir su situación. Si yo, el día de Semana Santa, el día que muere Jesús, yo estoy en la playa, o estoy bebiendo o estoy en fiestas, yo no soy cristiano; entonces, tengo que ser coherente, y decir “bueno no soy cristiano y se acabó”, nadie se va a despeinar por eso, pero hay que ser coherentes en la vida.
Y a muchos cristianos le falta coherencia, porque les falta el sentido verdadero de nuestro cristianismo. ¿Cuál es? Que Dios está vivo, que está presente, que es real, actual que camina con nosotros como caminó con los discípulos de Emaús. Dice la Escritura: “Si Jesús no hubiera resucitado, vana e inútil sería nuestra fe, un Dios muerto no salva, el Cristo muerto no nos salva totalmente, el Cristo muerto murió por nuestros pecados, pero el que nos salva y nos sostiene en esa salvación es el mismo Cristo muerto que a los tres días por el poder de Dios fue resucitado y puesto a la derecha del padre”.
Entonces, es muy importante, querido hermano, querida hermana, que nuestra fe sea en Cristo resucitado, pues nosotros somos defensores de la vida, no de la muerte, y Jesús ha vencido el pecado y la muerte, que son los dos grandes enemigos; por lo tanto, nuestra fe es una fe pascual, ¿que significa “pascual”? Significa ‘paso de la muerte a la vida’, ‘paso del pecado a la gracia’, ‘paso de la tristeza a la felicidad’. Eso es Pascua. El paso de Jesús que, muerto y resucitado, transforma también en nuestras vidas.
¿Qué tendríamos que hacer a partir del Domingo de Resurrección? Primero, creer en Cristo vivo. Yo siempre me he preguntado por qué en la procesión del Señor de los Milagros, a la cual también yo voy todo los años, hay cien mil personas y cuando sale el Santísimo Sacramento hay cien personas, porque quizás aun no entendemos que el Cristo nuestro está vivo, presente, actual.
El Cristo nuestro camina por las calles de coronavirus, el Cristo nuestro llora con el dolor de la gente como lloró por Lázaro, como lloró por Jerusalén; el Cristo nuestro vivo se pasea por la historia. Cuántas cosas hermosas hemos descubierto este tiempo de cuarentena, y es porque el Señor de la vida está presente.
Segundo, tenemos que ser defensores de la vida, no se puede creer en Cristo resucitado y ser defensores de la muerte, del aborto, de la eutanasia, de los asesinatos de los crímenes de odio, de género. ¡Cuidado, ah! Porque hay gente que conjuga perfectamente su desprecio por la vida con su creencia en Cristo y esto no puede ser; eso no es verdad, eso imposible. Entonces, el Cristo resucitado nos invita a defender la vida también, un tercer lugar nos invita a una vida nueva, o sea, Jesucristo no resucita para que tú y yo seamos iguales o peores, Jesucristo resucita para que tú y yo seamos mejores. La resurrección de Jesucristo cambia la vida de las personas y, por último, tenemos que predicar este Cristo Vivo. Toda la gente debe saber por nosotros que Cristo sigue vivo acompañando a su pueblo, Cristo está en ese pobre que tiene hambre, en ese mendigo que no tiene dónde dormir, en esa persona que está loquita y deambula por las calles; ese es Cristo y ese es Cristo Vivo que sigue caminando.
Y, a veces, nosotros le pasamos de largo y somos muy puntuales a la misa del domingo, somos muy puntuales a los ritos litúrgicos, pero a las personas donde Cristo resucitado se aloja, las pasamos desapercibidas. Bien, queridos hermanos, ojalá que estas reflexiones que no son cosas nuevas, no se inventa nunca nada nuevo en el cristianismo, la novedad es Jesús y ya vino hace dos mil años; entonces son cosas que todos sabemos pero que es bueno que nosotros la recordemos de vez en cuando. Así que ánimo.
No pienses ni digas “no, este año no hay Semana Santa”, claro que hay Semana Santa y creo que es de las mejores que hemos tenido en los últimos tiempos, porque Jesús sigue sufriendo, sigue muriendo y sigue vivo, y eso se llama Pascua. Bendición para todos.
Padre Ricardo Gonzales (Lalo)